El doctor Nogueira me operó en el año 2014 de tuberosidad. No fue sencillo en aquel momento para mí, encontrar a un profesional que estuviese realmente especializado en el tema, ya que tuve ocasión de hablar con varios cirujanos, que ni siquiera categorizaban mi pecho como tuberoso. Yo no tenía ninguna duda de que sí tenía dicha malformación, aunque se hubiese visto ligeramente ...
El doctor Nogueira me operó en el año 2014 de tuberosidad. No fue sencillo en aquel momento para mí, encontrar a un profesional que estuviese realmente especializado en el tema, ya que tuve ocasión de hablar con varios cirujanos, que ni siquiera categorizaban mi pecho como tuberoso. Yo no tenía ninguna duda de que sí tenía dicha malformación, aunque se hubiese visto ligeramente modificada tras una lactancia materna de dos años. Me propusieron de todo: mastopexia, implantes a través de la áxila o del surco mamario para no “tocar” la areola… (siendo precisamente esa zona una de las principales que se debe tratar, para corregir este problema). Mi ambición no iba más allá, de ser una mujer que quería tener “el pecho con forma de pecho”, nada más; ni siquiera un aumento, nada grande, quería algo discreto adaptado a mí, pero con forma de pecho normal. La primera vez que acudí a consulta con el doctor Nogueira, salí de allí sabiendo que sería él quien me operase. Identificó la tuberosidad en cuanto me vió, me explicó todos los detalles, la técnica, el proceso, comprendió perfectamente lo que quería, no juzgó si yo apenas quería aumentar el tamaño, empatizó conmigo y me dedicó todo el tiempo que necesité para resolver mis dudas e inquietudes. La operación fue muy bien, conseguimos un gran resultado. Recientemente he tenido la oportunidad de ver una foto de mi pecho de antes de la intervención y me costó reconocerme, porque el cambio es impresionante. El doctor es muy meticuloso, perfeccionista con su trabajo, tremendamente dedicado, honesto y habla con total claridad. Adicionalmente posee una capacidad divulgativa sorprendente, que evidencia su alto nivel de conocimientos, vocación, profesionalidad y ganas de ayudar. La doctora Salmones, la anestesista, es la descripción perfecta de ternura, paz, calma; transmite mucha tranquilidad y seguridad con sus palabras, además de dar buenos consejos. En las ocasiones que he coincidido con ella el trato siempre ha sido agradable, cálido y muy cercano. Es maravillosa, una persona adorable.
El control postoperatorio fue bien, los cuidados a tener en cuenta correctamente explicados y el doctor atendió siempre cualquier preocupación que me pudo surgir. Durante este tiempo las consultas de seguimiento o de revisión, han tenido lugar cuando las ha pautado el doctor y cada vez que lo he necesitado. No se han desvinculado de mi caso a pesar del paso de los años y de que yo no haya contratado ninguna otra cirugía; tampoco han forzado o sugerido que lo hiciese, al contrario, alguna vez que planteé alguna cuestión por curiosidad al doctor sobre mi nariz, él me indicó que yo no necesitaba esa operación. Posiblemente, otro cirujano, hubiese aprovechado mi momento de duda para intentar convercerme de operarme. Tengo estos y otros muchos motivos para agradecer y seguir confiando en el trabajo del equipo completo, pero la reseña se extendería demasiado. Son una combinación de calidad humana, profesionalidad y honestidad, muy difícil de encontrar hoy en día.
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