El pecho normal nace con ciertos ligamentos que delimitan sus fronteras dentro del tórax, que será el área teórica de superficie para permitir su desarrollo independientemente de su tamaño; los más importantes de estos ligamentos están ubicados en el pliegue submamario, que es uno muy poderoso que une firmemente la piel de la mama, el extremo inferior del músculo pectoral y las costillas 7ª o 6ª; esta poderosa estructura ancla el pecho a la caja torácica y es el principal punto de referencia anatómico que siguen los cirujanos cuando planifican cualquier modalidad de cirugía mamaria.
El segundo en importancia es el ligamento que forma el borde interno del escote; éste une la piel, el borde interno del músculo pectoral y el esternón o hueso de la corbata o eventualmente los arcos de las costillas en algunas variaciones anatómicas de la configuración del tórax; este punto de referencia es de gran importancia cuando los cirujanos realizan mamoplastias de aumento e insertan implantes mamarios.
Como regla general el polo superior y los cuadrantes exteriores de la mama están libres de ligamentos o fronteras físicas, por lo que en tales áreas el límite de la mama es un gradiente suave o una pendiente formada por el crecimiento del tejido mamario.
En resumen, el montículo mamario nace de forma natural constreñido o delimitado por ligamentos fibróticos o tendinosos que lo sujetan firmemente al tórax y al músculo pectoral en el escote y el pliegue submamario; esto proporciona la forma canónica del seno del pecho de la mujer.
La mama tuberosa o tubular sufre una anomalía congénita en estas fronteras y ligamentos; el polo superior y los cuadrantes externos no están libres y esto significa que están peculiarmente constreñidos por los mismos ligamentos que las áreas inferiores e internas de la mama, por lo que el tejido mamario no puede expandirse y ocupar de manera libre esos cuadrantes.
Adicionalmente los cuatro polos de pechos tuberosos o tubulares, interno, inferior, externo y superior, no solo están constreñidos sin ninguna opción de libre desarrollo, sino que las fronteras y los ligamentos no forman una superficie cuadrada o trapezoidal para albergar el seno, como es el área disponible del tórax para la extensión del montículo mamario, sino que en su lugar forman un auténtico círculo y solo dentro de este ligamento circular habrá factible cualquier tipo de crecimiento de tejido mamario.
Lo que es más, esa frontera o fijación del ligamento circular está ubicada muy lejos de los límites máximos de la superficie disponible para la mama en la caja torácica, normalmente es un área muy pequeña rodeada por el ligamento para albergar el seno tuberoso o tubular; en otras palabras, las fronteras de la mama están alejadas del escote en la línea media, el surco submamario es anormalmente alto y cercano al borde areolar, los cuadrantes externos están lejos de los límites del tórax y el polo superior, en lugar de estar libre para formar una pendiente natural, está absolutamente vacío y construye una forma en escalón brusco.
Todo lo anterior conduce a la forma típica y extraña de los pechos tuberosos o tubulares la cual los hace muy antiestéticos y terriblemente insatisfactorios para las mujeres; durante su crecimiento el anillo de constricción deforma el montículo mamario y lo convierte en una especie de estructura tubular con areola sobre expandida, ausencia total del polo inferior, ningún escote interno ni superior y falta de relleno hacia el flanco y la axila.
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