Los injertos nasales de cartílago es un grupo esencial de técnicas en rinoplastias estructurales, étnicas, hechas a medida, secundarias de revisión de resultados y reconstructivas, siendo los sitios donantes ideales el septum nasal, la concha de la oreja y la costilla.
La concha auricular es la elección cuando se necesita un injerto delgado, ligeramente curvado, corto y flexible, especialmente para la punta, cruras laterales inferiores, columela, etc.
Se logra por medio de una incisión retroauricular detrás de la oreja.
Se debe tener mucho cuidado de no tomar elementos críticos de soporte del cartílago auricular que causarían deformidades antiestéticas y visibles en la oreja, caída de la oreja, pliegues anormales, borrado de pliegues, etc, lo que requeriría una revisión en el futuro; en la concha auricular tenemos una isla de cartílago que puede tomarse con seguridad, pero nunca se debe extraer toda la concha; hay un área inferior triangular o trapezoidal llamada cavum de la concha, y otra área superior y longitudinal llamada cymba, y ambas pueden toimarse sin producir deformidades en las orejas, sin embargo entre esas dos áreas está la crus del hélix que es un poderoso pilar de soporte de la oreja y un pliegue natural de la anatomía del oído externo que debe conservarse por razones estéticas y estructurales.
Advertencia a los pacientes: solo los cirujanos altamente experimentados que se han sometido a un entrenamiento óptimo y que ya han realizado una gran cantidad de rinoplastias estructurales y no estructurales por vía cerrada y abierta deberían realizar casos de rinoplastia de alto nivel, siempre que se sientan capaces y cómodos con el desafío.