La nariz se compone de una parte fija y rígida que se denomina pirámide nasal, aunque más bien tiene forma de tienda de campaña o tejado, y otra parte móvil y flexible que es la punta nasal, las alas y sus anejos. La punta nasal y las alas están estructuradas por los denominados cartílagos en forma de herradura alares o laterales inferiores con sus crura o crus lateral y medial y los cartílagos accesorios, el paquete fibrograso interdomal, el septum caudal o inferior y la piel de las alas.
Ambas mitades de la punta nasal se unen entre ellas en el centro de la punta formando así un trípode en el que las patas laterales son las cruras laterales de los cartílagos alares o laterales inferiores y la pata central la unión de ambas cruras mediales de los cartílagos alares o laterales inferiores.
Consideramos que la punta nasal es cuadrada cuando su aspecto exterior es de forma objetiva o subjetivamente rectangular y debe ser modificado para lograr una forma proporcionada y harmoniosa de todas las estructuras de la punta nasal afectadas, tanto mediante técnicas de rinoplastia cerrada como abierta, aunque es más frecuente que sea mediante rinoplastia abierta y técnicas de rinoplastia estructural, que puede ser causada por uno o varios de cartílagos malformados por causas genéticas o étnicas, exceso del paquete fibrograso, piel gruesa, punta poco soportada, anomalías anatómicas nasales no tratadas, envejecimiento, etc. Esto lleva a una punta nasal con forma típicamente cuadrada con ausencia del equilibrio anatómico facial fundamental, falta de feminidad en mujeres y aspecto antiestético en hombres.
El tratamiento de una punta nasal rectangular debe ser personalizado a cada situación individual, siendo el pilar fundamental las técnicas de resección de cartílagos alares o laterales inferiores, desproyección, plastias, plicaturas (suturas formadoras a través del cartílago), injertos de punta nasal, con o sin refuerzo del soporte de la punta con tutor columelar.