Esta paciente de sangre rusa y eslava buscaba y solicitó expresamente un diseño personalizado de su punta nasal; después de minuciosas conversaciones en persona y de acordar simulaciones gráficas sobre la nariz de sus sueños, se comprendieron bastante bien sus sólidos y bien fundamentados deseos; quería una punta nasal pobremente definida, grande, redonda, bulbosa y bastante rusa; en sus palabras odiaba su punta afilada y puntiaguda, además no siguió el consejo de buscar una punta redonda pero más conservadora, realmente deseaba una punta rusa étnica y explícita muy específica, claramente diseñada y psicológicamente integrada con una punta al estilo payaso.
Tal desafío es único en la carrera de un cirujano y no una técnica que pueda leerse en cualquier libro; en las rinoplastias étnicas se estudia y se practica la conversión de una nariz profundamente étnica a una forma más canónica y adaptada a los estándares universales de la belleza; por lo tanto se abordan y corrigen los problemas estéticos en la nariz debido a la etnicidad; en este caso, es exactamente al revés, una punta no étnica está supuesta a convertirse en totalmente étnica o incluso en cierto modo hiperrealista entre las etnicidades rusas o eslavas.
Para tal fin una técnica quirúrgica tuvo que ser, literalmente, inventada; esto consistió en una serie de injertos de cartílago de oreja personalizados, número de tres, ensamblados como tres pétalos en capullo para formar una cúpula en la parte superior del septum caudal y así dar forma a la punta bulbosa y redonda; esta estructura reemplazó por completo las cruras laterales, la punta y el lóbulo de infrapunta, como una funda de nariz de payaso.
Por primera vez poco probablemente repetible en el futuro, tal estructura fue diseñada y ejecutada en una rinoplastia, esa es la razón por la que las rinoplastias personalizadas son los procedimientos más creativos que pocos cirujanos pueden realizar con dignidad y suficiente proximidad al éxito.
Otras cuestiones difíciles pero más estándar afectaban a esta nariz, como la proyección excesiva y la caída de la punta, las crestas dorsales y el dorso romboidal, la forma difícil de la giba dorsal y la depresión del suprapunta hundida; todos esos difíciles problemas también se corrigieron con éxito, sin embargo, su mérito terminó ensombrecido por el enorme reto de personalizar dicha nariz.
El resultado final no podía ser más exitoso y más cercano, casi idéntico, a la punta idealizada que buscaba la paciente: todos los problemas estructurales tratados a la perfección y la punta nasal construida como una nariz típicamente rusa bulbosa y con punta de payaso.
La última de las imágenes en este caso muestra la foto ideal simulada que aportó la paciente comparando su perfil preoperatorio de la imagen izquierda con el que ella buscaba en la imagen central, siendo la imagen derecha el resultado final logrado con la rinoplastia personalizada, el más aproximada e incluso mejorado que podría ser.
LEER MENOS