Comencemos por explicar la situación original, un resultado catastrófico surgido después de una cirugía pésima realizada en otro lugar a una paciente que nació con senos muy tuberosos o tubulares, muy delgada, realmente fina debido a su pasión por practicar deportes intensivos, a los cuales no se les aplicó corrección de mama tuberosa dejando intacta la forma cónica y las areolas agrandadas y herniadas; además, el surco submamario, típicamente demasiado alto en mamas tuberosas, no se redujo tal como es obligatorio en todos estos casos, lo que llevó a implantes excéntricos situados demasiado alto en el pecho de la paciente, pezones mirando hacia abajo y un efecto en cascada de los montículos mamarios; además los implantes se colocaron totalmente debajo del músculo pectoral, algo que contrario a todos los principios de buena práctica en la cirugía de los implantes mamarios, que condujeron, de hecho conducen siempre, a una deformidad por flexión muscular también llamada deformidad por animación o mamas en ascensor, formando una deformidad grotesca visible en las imágenes contrayendo el músculo pectoral.
La constitución de la paciente era muy delgada y fina, siendo tales características un factor de riesgo aumentado en cualquier tipo de cirugía mamaria, mucho más en mamoplastias de revisión como esta; no buscaba ni solicitó un aumento importante en el volumen, optando por un tamaño de pechos similar pero utilizando implantes de forma anatómica a diferencia del redondo o esférico del que era portadora.
El plan quirúrgico incluyó reducción areolar para disminuir su perímetro y aplanarla, corrección de mama tuberosa con plastias, capsulectomía total y extracción de los implantes obsoletos de debajo del músculo y construcción de un bolsillo en plano subfascial para insertar los nuevos implantes de contorno anatómico, asociado con un descenso bien calculado del pliegue submamario; se tuvo que aplicar una capsulorrafia multipunto para cerrar y reducir el bolsillo protésico que excedía el extremo externo del pecho izquierdo, también llamada deformidad de mama lateral, y sobre los cuadrantes internos del pecho derecho, pues había cierta sinmastia; complementariamente los cuadrantes internos del pecho izquierdo y el lado externo del derecho tuvieron que ser expandidos, más el pliegue submamario descendido, todo ello para lograr la centricidad de los implantes en relación con el complejo areola pezón.
Este procedimiento resultó muy exitoso inicialmente, a pesar de su dificultad y la pésima situación de los tejidos; sin embargo, poco después los senos iniciaron un curso de evolución parcialmente desfavorable que, una vez estabilizado, aun ofrecía una mejora impresionante y pechos de forma bonita, pero no el resultado más óptimo posible debido a dos problemas surgidos; en primer lugar la mama derecha evolucionó a un ligero efecto de pseudoptosis o bottoming out que migra inferior y medialmente a una cierta excentricidad del ideal según el complejo areola pezón, debido a la flacidez y las pobres propiedades curativas sobre el implante que no lograron una fuerte adhesión a la caja torácica, agravado por el soporte débil y delgado de la piel bajo la prótesis; por el contrario, el pecho izquierdo experimentó una especie de contractura capsular parcial y pinzamiento de los cuadrantes inferior y externo, forzando su migración superior y medial, dejando el cuadrante inferolateral totalmente vacío.
La situación era mucho mejor que la desastrosa situación inicial, de hecho era un resultado óptimo, pero tampoco uno perfecto; en estos escenarios límite siempre dependerá del perfeccionismo y los objetivos del paciente si se debe hacer o no una nueva intervención de revisión, dado que los pechos se veían bien y fueron mejorados significativamente; por supuesto, una nueva intervención es factible y juiciosa solo si el cirujano puede manejarla con unas prestaciones técnicas muy altas.
Esta paciente tenía grandes expectativas, realistas pero perfeccionistas, y el cirujano se sentía totalmente capaz y cómodo para cumplir sus objetivos, por lo que se planificó una nueva mamoplastia de revisión; además ella comenzó a cambiar de opinión, expresando su deseo de colocarse esta vez un gran volumen mamario y, en lugar de anatómico y consciente de la apariencia falsa que obtendría con ellos, recibir implantes de perfil redondo o esférico, perfectamente advertida del efecto bola que implicarían.
Se programó un nuevo procedimiento de revisión para redefinir el bolsillo subfascial al ancho y la base de los nuevos implantes de volumen significativamente mayor, aplicando un nuevo conjunto de cierres de bolsillo mediante capsulorrafia y también expansiones para lograr la centricidad del complejo areola pezón en el pico exacto del montículo protésico o punto de máxima proyección; las areolas también fueron revisadas.
Finalmente y después de dos cirugías extremadamente difíciles la paciente ha logrado los objetivos que buscaba, está contenta con el tamaño y la forma de los senos y todos los problemas iniciales han sido totalmente erradicados; sin embargo muchas pacientes pudieran bien haber preferido implantes de forma anatómica, especialmente si son delgadas o buscan grandes volúmenes, para conseguir un resultado de apariencia más natural y un mejor relleno del polo superior exento de escalones y áreas vacías.
Este caso es una lección para aquellos cirujanos y pacientes que son propensos a trivializar las cirugías de revisión mamaria; las mamoplastias de revisión pueden ser poco gratificantes en el primer intento, pero si el paciente está realmente motivado, el cirujano lo suficientemente cualificado y ambos son cabezotas y perfeccionistas, es posible obtener un resultado feliz y exitoso.
Nota: la paciente pasó por dos procedimientos de revisión de resultados, por lo tanto las imágenes están ordenadas en primer lugar como el antes y después de la primera revisión de pecho, comparando el resultado inicial catastrófico, incluyendo algunas imágenes contrayendo el pectoral para mostrar la deformidad por animación, con el resultado del primer intento de reparación; el segundo en orden temporal son las imágenes de antes y después comparando la situación previa al segundo procedimiento de revisión de resultados y el resultado final definitivo; la tercera serie de imágenes compara el antes catastrófico inicial con el más tardío y mejor resultado obtenido tras ambas mamoplastias de revisión de resultados.
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